馃尶 El arte de estar sin cargar
Hay v铆nculos que se sienten como un mate al sol.
Tibios. Ligeros. Sin peso.
Charlas que se dan sin apuro,
que no buscan resolver nada m谩s que el momento.
Entre amigas, hermanas, madres, primos.
Amores que nos conocen desde antes,
desde siempre.
Pero incluso en esos espacios de ternura,
pueden aparecer gestos que, sin querer, nos corren de lugar.
Peque帽os pedidos. Miradas que esperan algo m谩s.
Y una se encuentra respondiendo con lo que sabe.
Como si el saber siempre estuviera disponible.
Como si el saber fuera obligaci贸n.
Hay conocimientos que se cultivan lento.
Con a帽os de estudio, de escucha, de cuerpo puesto.
No son respuestas al paso.
No son diagn贸sticos disfrazados de charla.
Son medicina.
Son arte.
Y, a veces, tambi茅n son l铆mite.
Porque el amor no siempre sabe pedir permiso.
Y el afecto, a veces, olvida que sostener no es lo mismo que ofrecerse sin medida.
馃尙️ Estar sin cargar
Escuchar sin interpretar.
Acompa帽ar sin traducir el alma ajena.
Sostener, s铆… pero sin perder el centro.
Hay algo sagrado en no dar m谩s de lo que nace.
En no responder por reflejo.
En quedarse, a veces, solo como compa帽铆a.
Porque tambi茅n es amor saber guardarse.
Respetar el silencio.
Ofrecer un mate, una mirada, una pausa…
y nada m谩s.
馃尡 Peque帽os gestos para cuidar(se) en el v铆nculo:
-
Hacerse preguntas antes de responder: ¿Desde d贸nde estoy dando esto?
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Encontrar refugios: un t茅 amargo, los pies en la tierra, una canci贸n que te devuelva a vos.
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Decir no s茅 o no ahora con cari帽o.
-
Elegir la presencia sin la obligaci贸n de resolver.
-
Recordar que tambi茅n merec茅s ser cuidada.
A veces, la medicina m谩s profunda es esa que no se dice.
La que se queda en el gesto.
La que no pesa.
La que simplemente est谩.
Y desde este caldero humeante de historia —
a veces m谩s humeante de lo que una quisiera—,
te escribo con amor.
Belu馃尶


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