Sopa campesina de lentejas, laurel y hueso




Memoria ancestral que abraza el Jing Ki en el invierno profundo

En los días largos de frío y silencio, cuando la tierra parece dormida bajo el manto helado, la sopa campesina se convierte en un acto sagrado de nutrición y memoria. Esta receta nació en cocinas humildes, donde el fuego lento y el tiempo eran aliados para cuidar el cuerpo y el alma.

Las lentejas, semillas humildes y poderosas, son la promesa de vida y fortaleza. Ricas en hierro y proteínas, alimentan la sangre y calientan el corazón, guardando la energía vital que en medicina tradicional llamamos Jing Ki: esa reserva profunda que el invierno nos invita a proteger y honrar. Cuanto me han escuchado mis consultantes torturalos con nutrir el Riñon. Y es verdad es que el el centor de nuetsra energia vital como una pequeña llama que sino alimentamos , se estingue .

Por eso , el hueso, fuente sabia de minerales y colágeno, transforma el caldo en un elixir que reconstruye y fortalece desde el interior. El laurel, hoja protectora y purificadora, cuida el fuego sutil que mantiene la vitalidad en las horas frías.

Cada cucharada es un abrazo, una invitación a la quietud y al cuidado profundo. Cocinarla lento es un ritual de amor, donde el tiempo y el calor se unen para sanar.

En este invierno, regalate este plato que es medicina viva, un puente entre la historia de nuestras abuelas y el latido vibracional de la naturaleza.

Con amor y fuego lento , muy lento  a pesar de que la luna ingresa hoy en Aries :)
Belu 🌿

Comentarios

Entradas populares